Chile puso fin a la misión de su embajador en Venezuela en medio de tensiones políticas

El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile anunció este martes el fin de la misión diplomática de su enviado en Venezuela, Jaime Gazmuri. Esta decisión se dio en el contexto de acusaciones de fraude electoral contra Nicolás Maduro durante las elecciones presidenciales de julio de 2024, que generaron un fuerte rechazo internacional.

En un comunicado oficial, la Cancillería chilena explicó los motivos detrás del medio, informando que el gobierno de Gabriel Boric considera que las caricaturas presidenciales de Venezuela cuidan la transparencia y la legitimidad.

“El gobierno de Chile ha decidido posponer la misión de su embajador en Venezuela debido al fraude electoral librado por Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de julio”, señala el comunicado.

Desde Caracas, las autoridades venezolanas aún no han emitido una respuesta oficial a la decisión chilena, mientras CNN continúa buscando reacciones del gobierno de Maduro.

Una relación diplomática de servicio

La tensión entre ambos países no es nueva, pero alcanzó un punto crítico en agosto de 2024, cuando el personal diplomático chileno fue expulsado de Venezuela tras los resultados electorales. En ese momento, el presidente Gabriel Boric calificó la expulsión como una acción “injustificable” del gobierno venezolano.

Actualmente las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela permanecen completamente suspendidas. No hay representación oficial de Chile en Caracas ni de Venezuela en Santiago, lo que refleja la profundidad del distanciamiento entre ambos países.

El origen de la polémica electoral

El núcleo de la disputa radical en las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela en julio de 2024. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Nicolás Maduro fue proclamado ganador, pero los resultados fueron ampliamente discutidos tanto a nivel nacional como internacional. Hasta el final, el CNE no publicó un desglose detallado de los resultados de mesa y centro de votación, lo que alimentó sospechas de irregularidades.

Por su parte, el líder opositor Edmundo González Urrutia insistió en que él era el verdadero ganador de las elecciones. La oposición venezolana asegura que ha recogido la mayoría de los documentos emitidos por el CNE y, tras su análisis, los resultados son favorables a González por amplio margen.

CNN llevó a cabo una verificación independiente de los documentos aportados por la oposición y concluyó que la memoria es auténtica. Sin embargo, el gobierno de Maduro afirma que los documentos presentados son falsos, lo que perpetúa el conflicto sobre la legitimidad de los resultados.

Reacciones internacionales y contexto político

La decisión de Chile de retirar a su embajador resultó en la creciente presidencia internacional contra el gobierno de Maduro. Diversos países y organizaciones han expresado su preocupación por la falta de transparencia en el proceso electoral venezolano, que ha planteado cada vez un islamiento diplomático mayor del régimen chavista.

Por otro lado, en Venezuela el clima político sigue siendo tenaz. La oposición, encabezada por González, ha denunciado en repetidas ocasiones las represalias y multas del gobierno contra quienes exigen los resultados electorales. En un caso reciente, el dirigente oficial Diosdado Cabello dijo que cualquier exagente extranjero que acompañara a González en su regreso a Venezuela podría haber sido arrestado.

“Nadie está invitando”, declaró Cabello, en un mensaje que muchos interpretaron como una denuncia dirigida contra figuras internacionales que han mostrado apoyo a la oposición venezolana.

Mientras tanto, el futuro político de Venezuela sigue siendo incierto. La falta de consenso sobre los resultados electorales, sumada a las crecientes tensiones diplomáticas con países como Chile, subraya la complejidad de la crisis que enfrenta la nación sudamericana.

Un panorama sin representación diplomática

El uso de relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela marca un punto bajo en la historia reciente de las relaciones bilaterales. Para ambos países, la pérdida de canales de comunicación formales podría complicar aún más la posibilidad de resolver diferencias a través del diálogo.

El gobierno chileno, por su parte, reiteró su compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos en la región, dejando claro que no reconocerá juicios considerados fraudulentos. Mientras tanto, las autoridades venezolanas persisten en la narrativa de que las acusaciones de fraude son parte de una campaña internacional para desestabilizar el país.

La ruptura diplomática entre Chile y Venezuela es un reflejo de la polarización que caracteriza el panorama político regional. Con las elecciones presidenciales de 2024 en el centro del debate, el desarrollo de esta crisis tendrá implicaciones significativas tanto para Venezuela como para sus relaciones internacionales en los próximos años.