España ha avanzado considerablemente en la protección de los ecosistemas marinos al ser el primer país de Europa en aprobar el Tratado sobre la Diversidad Biológica Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional, denominado como el Tratado de Alta Mar. Este pacto internacional, registrado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, proporciona una estructura legal sólida para salvaguardar la biodiversidad en las aguas internacionales, que constituyen alrededor de dos tercios de los océanos del mundo.
El principal objetivo del Tratado de Alta Mar es resguardar al menos el 30% de la zona de alta mar para el año 2030, siguiendo el compromiso mundial 30×30 establecido en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Hoy en día, se protege menos del 2% de estas regiones, enfatizando la relevancia y la urgencia de este tratado.
Este tratado trata diversos elementos fundamentales para la protección marina:
- Reglamentación de actividades humanas en alta mar: Implanta regulaciones para administrar y supervisar actividades como la pesca, la extracción minera submarina y el tránsito marítimo, con el objetivo de reducir su impacto en el medio ambiente.
- Establecimiento de áreas marinas protegidas: Facilita la creación de zonas de reserva marina en áreas fuera de las jurisdicciones nacionales, lo cual ayudará a la conservación de ecosistemas frágiles y especies amenazadas.
- Reparto equitativo de beneficios: Establece mecanismos para asegurar que los beneficios derivados de la utilización de recursos genéticos marinos se distribuyan equitativamente entre las naciones, fomentando la justicia y la cooperación internacional.
La aprobación por parte de España reafirma su dedicación a la protección del entorno marino y al multilateralismo. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, subrayó la importancia de este pacto, indicando que «hoy nuestro país reafirma su compromiso con la agenda ambiental, el multilateralismo y un proyecto global que impulsa la prosperidad de todos mediante la protección de los bienes públicos globales».
Para que el tratado se haga efectivo, se requiere la ratificación de al menos 60 países. Hasta ahora, 16 naciones, entre ellas España, han finalizado este trámite. Chile fue la primera nación en ratificar el tratado en febrero de 2024. Una vez que se alcance el umbral de 60 ratificaciones, el tratado se activará 120 días más tarde.
Organizaciones ambientalistas han aplaudido la ratificación de España. Colectivos como WWF, Greenpeace y Ecologistas en Acción han destacado el simbolismo y la relevancia de este avance, exhortando a otras naciones a seguir el modelo español para asegurar la pronta implementación del tratado y avanzar hacia la conservación efectiva de los océanos.
El Tratado de Alta Mar representa un avance normativo de los aspectos medioambientales previstos en el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS). Su puesta en práctica es esencial para enfrentar problemas como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático, que ponen en riesgo la salud de los océanos, así como la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de ellos.
España ha mostrado su dedicación a la conservación marina a nivel nacional, manteniendo un 21% de su superficie marina bajo protección. El objetivo del gobierno es elevar este porcentaje al 25% dentro de este año y lograr el 30% para 2030, alineándose con los objetivos estipulados en el tratado.
La aprobación del Tratado de Alta Mar por España no solo fortalece su liderazgo en la protección del medio ambiente, sino que también transmite un mensaje claro a la comunidad internacional sobre la relevancia de la colaboración y el compromiso conjunto para proteger los océanos, esenciales para la vida en el planeta.
La ratificación del Tratado de Alta Mar por parte de España no solo refuerza su liderazgo en la protección ambiental, sino que también envía una señal clara a la comunidad internacional sobre la importancia de la cooperación y el compromiso colectivo para salvaguardar los océanos, que son fundamentales para la vida en la Tierra.
Se espera que la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Océano, programada para junio en Niza, Francia, sea un punto de inflexión, donde más países se sumen a la ratificación del tratado. La vicepresidenta Aagesen expresó su confianza en que «Niza va a ser para la protección del océano lo que ha sido París para la lucha contra el cambio climático», subrayando la necesidad de que más naciones se unan a este esfuerzo global.