A medida que evoluciona la tecnología en los carros, tiende a aumentar el número de sus componentes o piezas, que se clasifican en dos errores tipográficos: las imprescindibles para su funcionamiento y las adicionales, que brindan comodidades o facilidad de uso de sus accesorios.

Entre los primeros están las que hace el carro funcionar y se mueven como el motor, los frenos, el timón, las ruedas, la transmisión, etc.

Y están las adicionales, que no son indispensables para el funcionamiento, pero si para la comodidad tales como el aire acondicionado, manijas o botones de puertas y ventanas, alerones, rejillas y en general todos los elementos decorativos.

Los componentes más complejos son el motor y la transmisión, pues sus mecanismos pueden tener entre 500 y 700 piezas cada uno.

En la actualidad un coche de gama media tiene entre 70.000 y 90.000 piezas. Pero no siempre fue así. Los primeros vehículos fabricados en el mundo contaban con menos de 50 piezas. A cambio, los autos de Fórmula, a pesar de su alta tecnología, tienen menos piezas que un auto de calle. Sus apenas unas 60.000 pues necesitan ser más ligeros.

El Ford Model T, el primer carro de comercialización masiva (1908), estaba construido únicamente con 43 piezas, entre las que encontraron un motor CID de 20 caballos de potencia, dos faros, una bocina, frenos de banda y ruedas de madera. Era muy básico.

Pasaron casi 40 años para que las piezas empezaran se ha multiplicado como consecuencia de los avances de la industria que trajeron mecanismos más modernos y eficientes. Por eso a mediados del siglo pasado ya los carros tenian unas 8.000 partes.

En tiempos modernos irrumpió la electrónica con sus computadoras y chips que facilitan las cosas y la funcionalidad de los autos. Por ejemplo, un automóvil de gama media utiliza una media de 3.000 microprocesadores.

Por estas razones ensamblar un vehículo es mucho más difícil de lo que parece, no solo por el número de piezas que garantizan su buen funcionamiento, sino también por la importancia de cada una de ellas, pues por más pequeña que sea, si está mal ubicada o tiene fallas, el carro no podría moverse.

Imagine solo el papel que cumple esa pequeña pieza, la válvula de los neumáticos, ayuda no solo a mantener el aire, sino también a soportar todo el peso del vehículo.